Libre albedrío
¿Como elegimos vivir nuestra vida?
Hemos nacido con el don del libre albedrío, que se define como la capacidad de los seres humanos de “elegir” ante cada situación que se nos presenta en la vida.
Pero, ¿eso qué significa?
Cada vez que pienso en ello, se me vienen automáticamente a la mente, los libros de mi infancia: “elige tu propia aventura”. ¿Recuerdan? ¿Esos libros de aventuras que al final de cada capítulo te invitaban a elegir como querías que continuara la historia?
¡Me encantaban!
Ya de niña disfrutaba la capacidad de elegir como quería vivir el cuento, la historia. Y hoy, sigo imaginándome mi vida tal cual esos libros. Habito la capacidad de elegir en cada momento como deseo continuar transitándola.
Entonces, podría decirse que vivir nuestro libre albedrío es:
La libertad de elegir nuestro caminos, hacia donde, de qué manera, con quien a nuestro lado.
La libertad de equivocarnos, recalcular el GPS y volver a intentar.
La adrenalina de no saber de qué manera se darán las cosas, pero con la certeza de que será justo lo que necesite, que llegara lo que tenga que llegar. Eso que me permita crecer, que me ponga en contacto con la incomodidad, que me abra al cambio.
El coraje de tomar decisiones y responder responsablemente a ellas.
Y mientras tanto, yo hago lo mío. Me trabajo, me miró, me abro, me alineo.
Todo en la vida es una elección.
Puedo sentir dolor, pero el sufrimiento es una elección.
Puedo tener miedos, pero elijo mirarlos a los ojos, abrazarlos y susurrarles al oído: gracias por mantenerme alerta, pero en este momento, ya no te necesito.
Puedo añorar tiempos pasados, pero elijo vivir mi vida desde el hoy, sin quedar enganchada en experiencias pasadas.
Siempre se habla del soltar. Y el soltar es, hacer lo que tengo que hacer, y luego confiar! Confiar en que llega siempre lo que tiene que llegar.
Y de esta manera se vive una vida libre, sin cargarnos peso, sin victimizarnos, sin justificarnos.
Ese es nuestro libre albedrío! Elegir ser felices en todo momento, pase lo que pase, sea lo que sea que tengamos que transitar.
Elegir ser felices y confiar, ¡siempre confiar!
Nos deseo una vida repleta de libres elecciones, que nos hagan grandes, luminosos, expansivos y sonrientes.
Disfrutemos de nuestro libre albedrío, uno de los mayores dones que se nos han regalado en esta vida.